Preocupación por programas infantiles tras recorte presupuestario en Chile

La reciente decisión del Congreso de rechazar fondos cruciales para programas orientados a la niñez ha generado una oleada de preocupación entre diversas organizaciones. La Defensoría de la Niñez ha alzado la voz ante lo que denomina una "posible regresión" en políticas públicas que históricamente han buscado el bienestar integral de niños y adolescentes en Chile. El debate en la arena política ha dejado en la cuerda floja iniciativas como Chile Crece Más y el acompañamiento de menores trans, además de afectar los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP), fundamentales para el desarrollo educativo del país.

En este contexto, Anuar Quesille, defensor de la Niñez, ha emitido un llamado urgente a la clase política: es momento de dejar a un lado las diferencias partidistas y buscar consensos que garanticen la continuidad de estos programas esenciales. La prioridad debe ser, según Quesille, el bienestar de los más jóvenes, cuya protección está en riesgo si no se destinan los recursos adecuados. Este llamado a la acción sigue resonando con fuerza a medida que las implicancias de estos recortes comienzan a vislumbrarse.

Impacto en los Derechos de la Niñez

El rechazo a los recursos para el programa Chile Crece Más pone en peligro el cumplimiento de la Ley 21.430 de Garantías y Protección Integral de la Niñez. Esta ley establece claramente que el Estado no puede retroceder en el financiamiento destinado a proteger los derechos de los menores. Este tipo de decisiones legislativas pueden, según la Defensoría, ser consideradas como un incumplimiento de las obligaciones estatales hacia la infancia, lo que podría tener consecuencias legales y sociales de gran alcance.

Riesgos para las Niñeces Trans

La situación es aún más delicada para los programas de acompañamiento a niños y adolescentes trans, los cuales están bajo amenaza de desfinanciamiento. Quesille enfatiza la importancia de abordar este debate de manera seria y responsable, centrándose en los derechos humanos. Los discursos de odio y el aumento de la transfobia son riesgos tangibles que podrían agravarse, especialmente considerando los desafíos de salud mental que enfrentan estos jóvenes, como altas tasas de depresión e intentos de suicidio.

Colaboración Necesaria

Quesille ha destacado la necesidad de un trabajo conjunto entre el Estado y la sociedad civil para encontrar soluciones efectivas. No se trata solo de una discusión presupuestaria; se está poniendo en juego el futuro de más de 1,700 niños, niñas y adolescentes que dependen de estos programas para su bienestar psicosocial. La colaboración y la búsqueda de consensos son imperativos para evitar que estos jóvenes queden desamparados.

• Defensoría de la Niñez mantiene su postura firme ante el Congreso.
• Ley 21.430 exige garantías en la protección de menores.
• La situación actual invita a un debate urgente sobre el futuro de las políticas de infancia en Chile.

El llamado de las organizaciones es claro: se necesita un cambio de rumbo que garantice el acceso a recursos y soporte necesario para cada niño y adolescente en Chile. Estas decisiones políticas no solamente definen un presupuesto, sino que también delinean el compromiso del país con su futuro.

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